Desfile de faroles

A las 6 p.m., como todos los años, se entonó con respeto el Himno Nacional interpretado por la Banda Municipal de Turrialba.

Un año más los turrialbeños demostraron su cultura y su fervor cívico celebrando la fiesta patria y llenando de colorido las calles. En una cálida noche, el domingo 14 de febrero, el cantón azucarero se unió al festejo de los 187 años de vida independiente y entre farol y farol avivó una vieja y conmovedora tradición.



A las 7 p.m. arrancó el desfile de faroles, unos grandes y llamativos, otros pequeños y modestos, pero todos con el sentimiento cívico alumbrando entre la multitud. Niños ilusionados y padres de familia haciendo crecer en los pequeños ese festejo nacional, señal de que la tradición se fortalece.

"Turrialbeños debemos sentirnos orgullos del país que tenemos y aún más orgullosos de la Turrialba que Dios nos dio como hogar, la Municipalidad se siente más que feliz de ver a todo nuestro pueblo reunido", dijo en medio de la celebración el presidente de la Comisión de Cultura de la Municipalidad, Arturo Rodríguez.

Al final del desfile, los miembros de la Comisión de Cultura premiaron los mejores faroles, entre ellos: "El Palenque", "El Trapiche", "El Acta de Independencia" y "El Rancho de Mis Abuelos".

El creador de uno de los faroles ganadores, Julio Fernández, indicó que le tomó una semana elaborarlo. "Me basé en la llegada del acta de independencia a la ciudad de Cartago, aún no le he puesto nombre al farol pero le pondremos San Martín", indicó.

También se premió a las instituciones o empresas que mejor adornaron sus vitrinas, al final la Municipalidad eligió al Poder Judicial, al Colegio IET, al Colegio Nocturno, la sede del Colegio de Abogados y la Dirección Regional de Enseñanza.

Pero la fiesta cívica no acabó la noche del domingo, pues a la mañana siguiente los azucareros se conglomeraron para disfrutar de los desfiles tradicionales donde participaron bandas de escuelas y colegios del cantón. El acto cívico inició a las 7:30 a.m. y el desfile arrancó a las 9 a.m.



Autor: Carlos Vargas