Ante nuestras narices y no lo vimos!

Wait a second. Retrocedamos en el tiempo.
Fwwwwwwwwwwwzzwzwzwzwzwzzzzzuuuu… ok. Captain America 25. Los Blam, Blam, Blam al estómago de Steve por parte de Sharon. ¿Recuerdan esa pistola? Bien…entonces… ¿Porqué nadie, nadie, nadie, nadie había vuelto a pensar en ella hasta ahora? Era importante, p*ta! ¡NADIE LO VIÓ!

GREEEEEAT.

Brubaker lo hizo tan bien que al mostrar con todo lujo de detalles la muerte de Steve, que la gente no buscó “mas allá”. La verdadera magia de todo este episodio no es que Sharon intuya que algo no funciona y que aún se puede “salvar a Steve”. No está en “lo que vio en la máquina de Zemo (que antes era de Muerte pero que tanto da)”. No está en esos elementos. Está en la historia que nos ha llevado desde entonces - la aparente muerte - hasta hoy. Y es que eso de que un escritor te lleve por donde te quiere llevar para después darte en toda la cara y que te enseñe “algo” que lleva ahí desde entonces es para aplaudir...

La pistola no era normal. Algo pasa con esa pipa. ¿El qué? Lo veremos en Reborn. Pero el viaje desde la muerte hasta hoy ha sido la bomba. Dejando de lado la saga anterior (que llevó desde los números 43 a 48) la vorágine de la muerte, consecuencias y revelaciones posteriores ha sido continuada desde el 25. Y eso sin contar Fallen Son o series que han tratado el tema como New o Mighty Avengers.